Senadores se preparan para el desafío de sacar adelante la reforma de pensiones con legitimidad social y política

A partir de marzo, el Senado tendrá el desafío de hacerse cargo de un proyecto de reforma de pensiones que recibirá prácticamente desmantelado. No es una exageración decir que será una tarea titánica la de los senadores, pues tendrán que retomarlo casi desde cero, con la carga de tener que alcanzar un acuerdo que le dé viabilidad a la iniciativa, si es que existe la real voluntad, de todos los sectores, de que no se repita el fracaso de las dos anteriores.

Por lo pronto, un dato de la causa es que la Comisión de Trabajo del Senado tendrá mayoría opositora en 2024 y será presidida por el UDI Iván Moreira, lo que exigirá una mayor dedicación por parte del Ejecutivo para concitar acuerdos. Uno de los integrantes oficialistas de la instancia, Gastón Saavedra, está muy consciente de ello. A su juicio, lo primero será que los parlamentarios de Gobierno tendrán que consensuar posiciones de manera que no haya disensos entre ellos respecto de las aspiraciones en torno a la reforma, “entendiendo que vamos a legislar en minoría”. Ello, porque el principal propósito es –enfatiza– obtener un nuevo sistema de pensiones de carácter mixto, al que habrá que llegar en acuerdo con la derecha.

Pero prefiere no adelantar cifras respecto del destino del 6% adicional, ya que está convencido de que “hay que sincerar los números, es decir, cuánto se requiere de esos seis puntos para hacer lo que nosotros queremos, entendiendo que lo que estamos haciendo acá es instalando el primer piso de un estado de bienestar”. E insiste en que “el sentido de realidad que tenemos que tener es que estamos legislando en minoría. Eso no lo tenemos que olvidar jamás. Por lo tanto, eso significa un espíritu de ceder para avanzar”.

La senadora comunista Claudia Pascual prefiere ver el vaso medio lleno, destacando que el proyecto haya llegado al Senado, lo que considera un avance importante. Sin embargo, estima que el rechazo de algunos artículos clave “desafía, tanto al Gobierno como a las fuerzas oficialistas y a las fuerzas que queremos representar el mayor interés de nuestro país, a conversar, dialogar, pero para encontrar acuerdos sobre lo que la gente quiere y la gente nos ha pedido cambios en el sistema previsional, pasar a un sistema de seguro social; y, al mismo tiempo, subir las pensiones. Y para generar un alza en las pensiones es indudable que hay que generar un cambio en la industria”.

Por lo que invita a todos los sectores a tener esa conversación, reiterando la importancia de avanzar en solidaridad intergeneracional y entre géneros, el administrador previsional y el inversor estatal.  Tras lo cual coincide con lo expresado por Saavedra en cuanto a que los números son los que deben avalar el destino del 6%, porque “no puede ir totalmente a la capitalización individual, porque no dan los números”.

Ante el hecho de que la Comisión de Trabajo tendrá mayoría de oposición, la senadora espera que tras los dos fracasos anteriores en materia de pensiones y también en materia constitucional, todos hayan aprendido que es necesario conversar para llegar a acuerdos, respaldados por evidencia de estudios imparciales.

“Lo que acá está en juego es la capacidad del sistema político para dar respuesta a un problema social que se viene arrastrando hace mucho tiempo, como es el de las pensiones insuficientes para las personas mayores”, es la reflexión del senador Juan Ignacio Latorre (RD), de cara a la responsabilidad que tendrá que asumir el Senado. Por lo que no quiere poner el acento en cuánto tiene que ceder el oficialismo o la oposición, sino en la capacidad para llegar a acuerdos que impliquen reformas al sistema de pensiones que signifiquen “mejoras significativas y sustantivas en el corto plazo”.

Y, al igual que Pascual, valoró que la Cámara haya aprobado la idea de legislar y algunos artículos que mantienen viva la posibilidad de sacar adelante la reforma, porque “eso permite una base para las conversaciones que tenemos que tener en el Senado y concretar un acuerdo que tenga apoyo no sólo en el Parlamento, sino que apoyo social y legitimidad”.

Demócratas toma la delantera

Desde la oposición existe también una buena disposición. Tanto así que el presidente de RN, senador Rodrigo Galilea –quien integra la Comisión de Trabajo– enfatiza que en su sector aspiran a construir una buena reforma previsional, que desde su punto de vista significa “un esquema de administración eficiente y sustentable de los recursos de los pensionados, que pueda haber eficiencia también en la industria y también es perfectamente analizable la participación del Estado en algunos de los ámbitos del sistema previsional”, lo que tendría que ser validado social y políticamente, destaca, coincidiendo con Latorre.

Galilea está convencido de que en el marco de la búsqueda de acuerdos se puede cumplir tanto con el objetivo de ahorro individual como con el de solidaridad y por eso es que plantear buena parte de la discusión en torno a la fórmula de distribución del 6% adicional le parece un “error conceptual que nos ha llevado a un callejón sin salida”, enfatiza. Por lo que, aunque prefirió no adelantar cifras, sí manifestó que existen opciones que se han planteado con anterioridad, en el marco del debate, “algunas  se han estado insistiendo en estos días, creo que hay opciones para pensar de manera distinta de qué forma compatibilizar” los objetivos de la reforma. Uno de los temas que cree que se pueden estudiar es el del seguro de longevidad, aunque habría que afinar su costo.

En una línea muy similar, el senador de la UDI David Sandoval, espera que el Senado entre al debate, dejando de lado las trincheras políticas, y cree que en la Cámara Alta se puede dar un buen escenario para alcanzar un acuerdo y tiene la convicción de que “ya hay puntos comunes que son básicos como que esta reforma se va a sustentar en tres pilares: donde el trabajador, el empleador y el Estado van a tener que jugar roles específicos”. Por lo pronto, estima que el Estado deberá hacerse cargo de la solidaridad, mejorando la PGU de manera mucho más simple que la que contempla el proyecto, por ejemplo.

También ve con buenos ojos el seguro de longevidad, algo que él ha planteado también, donde sobre 4% podría ir a horro individual y 1,7% o 1,6%, algo que hay que estudiar –subraya– destinado al seguro de longevidad. Algo muy parecido a lo que propone Demócratas y que a juicio de Sandoval puede concitar bastante apoyo en la oposición

Y justamente, el senador Matías Walker (Demócratas) planteó que aprobar la idea de legislar le permitirá “discutir una buena reforma de pensiones en el Senado”, donde su partido propondrá nuevamente la fórmula 4,2% a capitalización individual y 1,8% al seguro de longevidad, para mejorar las pensiones “al margen de cualquier discusión ideológica”, que estima que puede ser la base para un acuerdo.

Walker recalca que está optimista de lo que pueda hacer el Senado “si dejamos la fanfarria que hubo en la Cámara de Diputados” y está convencido de que en la Cámara Alta existe clima para los acuerdos y “es otro proyecto el que se puede aprobar”, dejando fuera de la ecuación la ideologización.